En vísperas de cerrar la segunda década del siglo XXI, transcurriendo de pleno el año 2019 y a punto de cumplirse, el trágico 30 aniversario de la caída del muro de Berlín y del campo socialista (representado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), parece que el comunismo está más vivo que nunca…

¡Está más vivo que nunca porque parece que hay que matarlo de nuevo!

Desde que, inmersos de lleno en la crisis económica que venimos sufriendo desde 2007, los poderes económicos y políticos, ya a sabiendas que con el sistema actual, el capitalismo, no se va a poder dar solución a la crisis ni a recuperar los niveles de vida de antes de ella ni progresar a un futuro mejor, están intentando implementar que el estado normal de la sociedad, sea el que vivimos en la actualidad: precariedad, explotación, machismo, inestabilidad, destruir el medio ambiente,  inseguridad, privatizaciones…crisis permanente en definitiva.

Podemos comprobar que el capitalismo ha puesto a funcionar todas las herramientas culturales, mediáticas y represivas que tiene, para anular cualquier alternativa a este sistema. Podemos ver la proliferación de actos institucionales, series, películas, mociones, sentencias y demás elementos que ellos dominan, profundamente anticomunistas: es curioso que ahora nos hablen de Chernóbil desde una óptica anticomunista, que Stranger Things tenga ese aura Reaganista, que la Unión Europea adopte tesis del régimen nacionalsocialista alemán como el Holodomor o que en países como Polonia y Ucrania estén ilegalizados los Partidos Comunistas.

A lo que tienen miedo es a la alternativa, ¡tienen miedo al comunismo y a sus símbolos!

Por todo esto, que la extrema derecha de Leganés pida retirar la estatua de Ernesto “Ché” Guevara de Leganés, situada frente al teatro Egaleo, responde a la obediencia que estos tiene al sistema capitalista y al statu quo actual. Por su clase social acomodada, salen privilegiados y el miedo que profesan al Comunismo como alternativa real de acabar con este sistema de explotación e injusticias y destrucción del medio ambiente.

El “Ché” como símbolo, representa esa esperanza de acabar con todas las injusticias, de forjar un “hombre y una mujer nuevos”.  Esperanza también de la soberanía nacional y popular, de respeto a la naturaleza, de acabar con todas las distinciones de clase, de la sanidad pública universal, de la educación pública de calidad, del internacionalismo proletario, de valores morales y libertades públicas más avanzadas, esperanza de una vivienda digna, de la solidaridad internacional, del trabajo de calidad y en definitiva de una vida completa, digna y libre para todas las personas del mundo.

Tiene miedo a perder sus privilegios, por eso atacan al Ché.

PD: La estatua se sufragó popularmente entre los vecinos/as de Leganés, que mediante un trabajo colectivo y uniéndose (actos que también les dan mucho miedo a los poderosos) y apoyándose entre ellos y ellas, vendieron bonos para financiar la construcción del busto a Ernesto “Ché” Guevara, probablemente, el luchador por la libertad más importante de la segunda mitad del siglo XX.

«No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante»

Ernesto “Ché” Guevara